He de decir que no es la primera vez que hago fartons, el año pasado navegando por internet encontré una receta y probé a ver que tal salían, pero no fue nada bien, parecían rosquilletas y no tenían el sabor adecuado, este año volví a probarlos con la esperanza de que salieran parecidos a los que venden en las horchaterías de aquí de Valencia y por fin lo conseguí, salieron unos fartons deliciosos y lo más importante, CASEROS. En muchos sitios ya no hacen los fartons, los compran industriales y no saben para nada igual que los artesanos, así que os recomiendo que os animéis a hacerlos porque no hay nada como unos buenos fartons recién hechos para desayunar o merendar junto con una buena horchata.
Además, esta receta tiene dos ventajas, la primera es muy muy económica ya que solo necesitamos harina, azúcar, huevos, aceite, levadura y sal, además, con las cantidades que os doy os saldrán bastantes y como aguantan bien el paso del tiempo podéis consumirlos durante varios días. La otra ventaja es que si seguís los pasos es muy fácil y, para ser una masa que necesita reposo, muy rápida de hacer, los podéis preparar después de comer y para la merienda ya tendréis casi 2 docenas de fartons recién hechos.
En esta receta, una vez más, me sale la vena docente y os aconsejo que animéis a los peques a hacer los fartons con vosotr@s ya que como ya he dicho es muy fácil y seguro que les encantará.
Bueno vamos con la receta...
Ingredientes para unos 20-21 fartons:
- 600 gr de harina de fuerza tamizada
- 2 huevos
- 100 ml de aceite
- 100 ml de agua
- 100 gr de azúcar
- 50 gr de levadura fresca
- 1 cucharadita de sal
Añadimos el aceite y la sal, y amasamos durante 10-15 minutos. Si lo hacemos con una amasadora lo haremos a una velocidad baja hasta conseguir una masa homogénea y elástica. Si lo hacemos a mano podemos empezar a amasar en un bol y cuando tengamos una masa manejable pasamos a una mesa de trabajo hasta conseguir el mismo resultado que a máquina.
Engrasamos un bol, ponemos nuestra masa dentro y dejamos reposar durante 30 minutos.
Una vez transcurrido el tiempo, cogemos la masa y vamos haciendo porciones de unos 50 gr, según vamos haciéndolas les vamos dando forma de bolitas.
Cuando tengamos todas las bolitas las dejamos reposar durante 5 minutos.
Cogemos una bolita y con la ayuda de un rodillo le damos una forma alargada y lisa, el largo es a vuestro gusto. Os recomiendo que si en este momento se os pega un poco no añadáis más harina ya que esto hará que nuestra masa se haga dura más rápido.
A continuación, enrollamos sobre si misma la masa hasta formar el fartón.
Los dejamos reposar en un papel de horno, os recomiendo que no pongáis más de 10 en cada papel.
Os puede parecer que he metido la pata al dejarlos tan juntitos, pero la idea es que durante el horneado se junten ya que eso les da una aspecto tradicional y aquí es típico que se sirvan así.
Dejamos reposar así los fartons durante una media hora. En este momento, precalentamos el horno a unos 180º.
Cuando haya pasado el tiempo metemos nuestros fartons en el horno durante unos 7 minutos, esto dependerá mucho de vuestro horno, pero el truco es dejarlos hasta que tengan un tono doradito.
Mientras hacemos la glasa para nuestros fartons. No hay unas cantidades exactas para hacerla glasa, simplemente cogéis unos 100 gr de azúcar glass y le ponéis unas 3 o 4 cucharaditas de agua hasta conseguir una glasa sin grumos y líquida.
Sacamos nuestros fartons del horno cuando estén listos y en seguida, con la ayuda de un pincel. les damos una capa de glasa. Un truco para conseguir un mejor resultado es darle dos capas, la segunda cuando ya estén un poco más templaditos.
Y ya tenemos nuestros fartons, solo queda servirlos con una buena horchata fresquita.
¿A que tienen buena pinta?
Os animo a que los probéis, espero que os salgan deliciosos :)
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